Periodista Kelssin Vásquez-UNAH
Las necesidades básicas de alimentación que necesita un recién nacido hasta un adulto mayor que reside en el territorio nacional y cómo suplirlas son investigadas y analizadas por los estudiantes de la maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional que se imparte en el Centro Universitario Regional del Centro (CURC).
Este es el primero y único posgrado en su género que existe en el país, el cual fue creado de manera original con el nombre de Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutrición por doctores en medicina general que laboraban en Ciudad Universitaria. Luego su sede se trasladó al CURC, en donde fue rediseñada su currícula, cambió su nombre y se le brindó un enfoque más participativo e incluyente para que ingresen profesionales de varias áreas del conocimiento.
A la fecha son 25 maestrantes que proyectan terminar sus estudios en noviembre del presente año con tesis que abordan investigaciones que aportarán, para un caso en particular, una guía y un método que garantice la inocuidad en los centros de leche materna que funcionan en el Hospital Escuela y Mario Catarino Rivas.
Otra investigación aborda cómo garantizar la seguridad alimentaria en el Corredor Seco de Honduras, integrado por los departamentos de Choluteca, La Paz, municipios del sur de Francisco Morazán, Valle y El Paraíso. Entre las propuestas está la de almacenar agua residual doméstica para reutilizarla en el riego de cultivos.
Aquí viven más de 150,000 familias que se constituyen en poblaciones marginadas y muy vulnerables. Sin embargo, esta región posee características especiales, tiene su propio potencial productivo y es necesario generar conocimiento pertinente para definir y estructurar estrategias diferenciadas de intervención que contribuyan a reducir esa problemática, según una investigación del Observatorio Universitario en Seguridad Alimentaria y Nutricional Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Por su parte el Ingeniero Agrónomo y máster en Educación Superior, Elvis Cruz, coordinador de la Maestría de Seguridad Alimentaria, se mostró optimistas con los resultados aportados a la fecha por las 27 investigaciones.
Agradeció la oportuna gestión e intervención del director de Posgrados, doctor Armando Euceda, y del director del CURN, máster Julio César Turcios, para que esta maestría se rediseñara y comenzara a funcionar en este centro regional.
Debido a las restricciones generadas por la pandemia del COVID-19, en 2022 se optó por comenzar las clases de manera virtual y se ha realizado un primer ejercicio tendiente a presentar avances de tesis. Fue de parecer que, en cada uno de los cuatro módulos, que agrupan las 22 clases de este programa académico, se integró una clase de tesis.
“Se propone como objetivo fundamental que no exista mora y que, de ser posible, entre el 90 y 100 por ciento de los maestrantes defiendan sus tesis”, expresó.
Estos profesionales adquieren competencias para desempeñarse con capacidades científicas y técnicas en seguridad alimentaria y nutricional con el propósito de servir en organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y entidades públicas, entre otros espacios laborales.
Varios de los maestrantes, continuó, residen en la zona rural del país, en donde se presenta la problemática alimentaria con más severidad, otros trabajan en el Hospital Escuela y en oficinas de abogados.
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