Por Kelssin Vásquez

En septiembre del presente año se proyecta realizar el pilotaje de la nueva prueba que en la actualidad está siendo diseñada por funcionarios y expertos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y que mediará el ingreso de nuevos estudiantes a las aulas de la Máxima Casa de Estudios del país, a partir del próximo año.

Con una media docena de posibles nombres y con poderosos pilares de equidad, pertinencia, igualdad y calidad, se construye la prueba de admisión que en la Universidad será vigente a partir del próximo año.

El contrato con el College Board de Puerto Rico está vigente para realizar una última Prueba de Aptitud Académica (PAA) en diciembre del presente año, ¿qué pasará luego? El Consejo Universitario aprobó en su reunión del 18 de mayo de 2024 que la UNAH debía crear y aplicar su propia prueba vocacional y de aptitud a partir de 2025.

La misión fue encomendada a funcionarios y técnicos del Centro Experimental y de Investigación en Psicometría y la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, de la Facultad de Ciencias Sociales, quienes ya tienen un trabajo bastante avanzado.  

En su cronograma de actividades, que consta de tres etapas, se ha logrado contextualizar criterios relacionados con equidad, pertinencia, igualdad y calidad, mediante los cuales primarán en el diseño de este instrumento que se aplicará a los aspirantes a ingresar a la UNAH.

En conversación con funcionarios de Centro Experimental y de Investigación en Psicometría y la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, de la Facultad de Ciencias Sociales, están consientes de la importancia de esta prueba para la formación de los profesionales que requiere el país.

Es así como el referido cronograma, que se proyecta estará listo entre julio y agosto, una vez que se tenga diseñada esta prueba vocacional y de aptitud, se deberá desarrollar un vigoroso proceso de consulta y discusión interna con el rector, vicerrectores, decanos, directores de centros regionales y jefes de carreras para escuchar opiniones, sugerencias y recomendaciones que deben integrarse en este instrumento.  Luego se efectuarán simposios y debates académicos al más alto nivel con representantes de la sociedad civil, sector privado, Secretaría de Educación y rectores de universidades públicas y privadas.

Asimismo, para los diseñadores de la prueba es muy importante contar con la opinión de consultores internacionales que han acompañado la formación de profesionales en la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, así como la experiencia de los egresados de tres promociones de este posgrado.  

De manera adicional, buscan conocer las experiencias académicas que ha tenido la Universidad de Costa Rica (UCR) y algunas instituciones de educación superior de Chile, en donde existen valiosas experiencias en la construcción de pruebas de admisión universitarias.

¿Qué prueba queremos?

Debemos “contar con nuestra propia prueba vocacional y de aptitud, la cual es una iniciativa elaborada por el Centro Experimental y de Investigación en Psicometría y la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, de la Facultad de Ciencias Sociales”, explicó el doctor Odir Fernández, rector la Máxima Casa de Estudios, el pasado 18 de mayo en reunión de Consejo Universitario.

Por otra parte, los documentos vinculados a esta nueva prueba y elaborados por el Centro Experimental y de Investigación en Psicometría indican que debe existir una prueba en el marco de la equidad, pertinencia, igualdad y calidad, de acuerdo a postulados de Naciones Unidad, Unesco, Cepal y otras entidades internacionales y locales. Así como en armonía con la recién aprobada Política de Equidad de la UNAH.

Al respecto, la doctora Lina María Mendoza, coordinadora de la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, recordó que en 2019 elaboraron pruebas junto con autoridades de la Secretaría de Educación, que fueron aplicadas a unos 24,000 profesores en el marco de un concurso para adjudicar 5,205 plazas.

En este sentido, expresó que su unidad académica posee la experiencia y la capacidad para que en conjunto con todos los sectores interesados diseñen una prueba que sea aplicada con todos los requisitos académicos, técnicos, científicos, para garantizar el presente y futuro de nuestros egresados.

Una vez que entre en vigencia este instrumento académico en la UNAH, se estima que se tendrá que actualizar de manera periódica y como una medida de seguridad, así como se mantiene en constante cambio nuestra sociedad.

¿Qué sigue?

El desafío que se perfila para la Universidad es atender una serie de situaciones vinculadas a la permanencia de estudiantes y los índices de repitencia, porque en promedio un estudiante tarda unos nueve años en graduarse en la UNAH.

Para el doctor German Moncada, del Centro Experimental y de Investigación en Psicometría, uno de los factores que contribuye a esta situación es la cantidad inferior de asignaturas que matriculan los estudiantes en cada período respecto al programa de estudio establecido. “En algunos períodos inscriben dos de cinco materias” y eso va creando un rezago, además del tema de la repitencia de asignaturas y el abandono de clases o que dejan de estudiar entre uno y dos períodos, entre otras razones, expresó.