Certificación y calidad, dos pilares en el rediseño de la Carrera del Técnico en Alimentos del CURC

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Periodista Kelssin Vásquez, jefe de medios UNAH

Con 25 asignaturas y el fortalecimiento académico en las áreas vinculadas a la elaboración de productos cárnicos, cereales y certificación, así como calidad, entra en vigencia el nuevo plan de estudios del Técnico en Alimentos en el Centro Universitario Regional del Centro (CURC).

¿Cuáles son las novedades? Para el máster Gustavo Suazo Argeñal, coordinador de la Carrera de Tecnología de Alimentos, el nuevo currículo “enamora”, porque robustece la enseñanza en el procesamiento de productos lácteos y cárnicos, así como se incluye la clase calidad e inocuidad. “Esta nueva clase contiene todos los sistemas de certificación y calidad que requiere una empresa procesadora de alimentos. Está adecuada a las necesidades de nuestra zona”, expresó el académico.

El nuevo plan de estudios dispone de un componente de innovación y existe un taller de emprendimiento durante el cual tienen que desarrollar un producto desde el tema de costos, mercadeo y elaboración. La referida clase se matricula como una asignatura más para orientar a los estudiantes a que generen autoempleo y empleo.

En conclusión, el nuevo plan trae importantes reformas y actualizaciones como respuesta a las demandadas vinculadas al crecimiento académico, la competitiva industria alimentaria y el mercado gastronómico. 

CURCC

El proceso

El plan anterior, de la Carrera de Tecnología de Alimentos, constaba de 31 clases, pero se analizaron varios factores y a partir de 2018 se estrechó la relación con la Dirección de Carreras Técnicas (DAFT) para realizar la actualización necesaria.

El riguroso proceso de reforma inició en 2018, cuando las autoridades de esta unidad académica, así como del CURC, produjeron, trabajaron y presentaron junto a la Dirección de Carreras Técnicas, los documentos de diagnóstico y de factibilidad, así como el nuevo plan de estudios de la referida carrera.

 De manera posterior, se elevaron estos documentos a la Vicerrectoría Académica que, una vez aprobados, los remitió a la Junta de Dirección Universitaria para darle el visto bueno y posteriormente se turnó para su aprobación al Consejo Universitario, y de manera consecutiva a la Dirección de Educación Superior y a su consejo consultivo, en donde estos documentos también fueron evaluados por académicos de las Universidades Zamorano, Unitec y UTH, cuyas autoridades brindaron sus aportes al respecto. Concluyó este proceso de reforma en la Dirección de Educación Superior, no sin antes contar con la opinión y participación del sector privado para responder a las necesidades de conocimientos técnicos que requieren nuestros estudiantes para desempeñarse en el ámbito laboral.

 

La academia  

En este sentido, la matriz de profesionalización del nuevo plan cambió a un 48%, existen más clases que son pertinentes a la carrera, como lo es la operación unitaria, el análisis alimenticio, la tecnología de cereales, la calidad, la inocuidad y el procesamiento de alimentos, así como las microbiologías de los alimentos. Además, cada una de estas clases tiene su laboratorio. La duración de esta carrera es de dos años y un período.

Luego “ubicamos a nuestros estudiantes para que realicen sus 400 horas de práctica en las mejores empresas que existen en Comayagua y que elaboran productos cárnicos, alimentos congelados y donde se producen calabazas, chiles de colores, pepinos y vegetales orientales, entre otros”, expresó el máster Suazo Argeñal.

La apuesta académica del CURC es que cada estudiante de esta carrera disponga de las competencias necesarias para emprender en el ámbito local, o viajar a otras ciudades como San Pedro Sula, en donde existen oportunidades laborales interesantes para desempeñarse en el rubro de alimentos que procesan tomate, frijol, dips, churros y lácteos, así como fabricar empaques. “Existe un universo de oportunidades en el mercado nacional para nuestros egresados”, expresó.

Aulas y laboratorios

En esta carrera técnica están matriculados unos 140 alumnos en promedio, que residen en el Valle de Comayagua y comunidades aledañas, en donde están establecidas firmas agroindustriales, que cultivan chiles de colores, chiles habaneros y una variedad de vegetales orientales.

Ante esta realidad y para brindar una respuesta, el CURC dispone de laboratorios y una planta de innovación alimentaria que cumple con especificaciones técnicas, académicas y sanitarias para que los estudiantes conozcan el uso de materiales y equipos necesarios en el proceso de elaboración de una diversidad de productos lácteos y de panificación, así como el análisis de grasas.

“Las instalaciones con las que cuenta este espacio académico fueron diseñadas de manera específica, así también fueron dotadas de los utensilios y las máquinas que se requieren en el procesamiento de alimentos”, amplió.

Es bueno saber que la UNAH dispone de cinco plantas de innovación alimentaria, diseminadas entre igual cantidad de centros regionales.

“En el caso de este centro regional, se dispone de un grado de tecnólogo, la Ingeniería Agroindustrial, la Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional, todas ellas, carreras que prepararán al talento humano de nuestros egresados que requiere la agroindustria de Comayagua y nuestros emprendedores”, concluyó el máster Suazo Argeñal, quien estima que es factible la recreación de la carrera de Ingeniería de Alimentos en el CURC.