Periodista Yuri Vargas

La coordinadora del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH), Migdonia Ayestas, informó que entre enero y mayo del 2024 Honduras registró la muerte violenta de 106 mujeres, un promedio de 20 víctimas mensuales.

“Más o menos cada 36 horas están quitándole la vida a una mujer y no las matan por estar vinculadas con actividades delictivas o el narcotráfico; es un ejercicio de poder, las mujeres no lo tienen y por eso las matan”, lamentó.

Esta información fue brindada por la funcionaria durante el conversatorio Justicia para todas: hablando de violencia de género, organizado por la Embajada de los Estados Unidos, en el cual la funcionaria universitaria explicó que este fenómeno que coloca al país como uno de los más violentos del mundo tiene sus raíces en la inequidad y la discriminación de las mujeres respecto a los hombres en la sociedad, las cuales se reproducen cuando el Estado no garantiza el derecho a la vida.

“Las estructuras sociales y legales hacen que esas instituciones no reaccionen ante un problema de tal magnitud como es la violencia contra las mujeres y las niñas y ahí tenemos la no investigación científica criminal y la no judicialización, lo cual nos lleva a la impunidad”, advirtió.

Al respecto indicó que estas hondureñas que han perdido la vida en diversas circunstancias se suman a las 7,506 que dejaron de existir entre el 2005 y el 2023, por lo que recomendó no minimizar al agresor ni naturalizar la situación para evitar que dichos patrones, que muchas veces se aprenden en el hogar, se sigan reproduciendo.

“La gravedad y la crueldad con que matan a una mujer va más allá del daño causado porque es producto de una violencia continua”, manifestó, al tiempo que amplió que según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), una de cada cinco mujeres mayores de 15 años ha experimentado violencia a lo largo de su vida y en uno de cada cuatro casos la violencia ha sido ejercida por su pareja.

Ayestas amplió que, aunque el año 2023 cerró con una tasa de 8.2 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, hubo un aumento de al menos 105 féminas asesinadas con respecto al 2022.

Añadió que Francisco Morazán, Olancho y Cortés son los departamentos con mayor riesgo para las féminas de entre 15 y 39 años (58%) y el 62% del total de muertes contra este grupo poblacional son femicidios. Adicionalmente el 94% de las muertes violentas son ejecutadas con arma de fuego.

Con base en lo anterior, hizo un llamado a las autoridades correspondientes a establecer estrategias diferenciadas ya que se trata de un tema relacionado con la cultura machista que sigue imperando.

“Es una escala que comienza con la agresión emocional y verbal y luego sigue la física; debemos tener mucho cuidado con eso”, acotó María José Fletcher, directora del Centro Nacional para el Cambio de Sistemas y Defensa de la Mujer (BWJP).

La grabación está disponible en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/usembassyhn/videos/2148309625539151.