Periodista Yuri Vargas, Presencia Universitaria

La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) graduó esta semana 1,548 nuevos profesionales de las diferentes áreas del conocimiento, en la penúltima ceremonia pública del año en Ciudad Universitaria, donde se vivió una verdadera fiesta familiar.

Ante los aplausos y ovaciones de sus padres, hijos, hermanos, amigos y demás seres queridos y vistiendo sus mejores galas bajo la distintiva toga azul, uno a uno los graduandos y graduandas pasaron a la mesa principal a recibir su título universitario, muchos de ellos con mención honorífica de Cum Laude, Magna Cum Laude o Summa Cum Laude, según el índice académico con el que concluyeron sus estudios superiores.

Durante cada jornada no faltaron los mensajes de agradecimiento plasmados en algunos birretes e incluso cuadros con la fotografía de aquellos que partieron durante el camino y a quienes dedicaron su título hasta el cielo, y al finalizar los actos protocolarios, previo a dirigirse a sus respectivas celebraciones, hubo tiempo para los abrazos, la toma de fotografías para el recuerdo, la entrega de arreglos florales y las felicitaciones por el alcance de una meta que se logra mejor en equipo.

Entre las emociones captadas por el lente de las cámaras institucionales y los celulares de los asistentes figuran además las lágrimas de felicidad por un logro que para unos fue más difícil que para otros, considerando no solo las limitaciones económicas, sino también de salud que enfrentan, como por ejemplo el periodista y ahora abogado Gustavo Velásquez, quien pese a ser ciego, dijo que cuando se quiere se puede.

Pero como no todo es felicidad ni depende de las ganas, también hubo lágrimas de tristeza porque el protagonista del esfuerzo partió de este mundo antes de palpar la recompensa. Es el caso de los padres del arquitecto Eduardo Enrique Montoya Mejía, quienes recibieron el título post mortem de su hijo, fallecido en el 2021 debido a complicaciones respiratorias.

Impresiones de las máximas autoridades universitarias

Jessica Sánchez, secretaria general de la UNAH, resaltó que al igual que en ceremonias anteriores, el 50% de los graduados son de excelencia académica, entregando en esta ocasión 923 medallas de oro, plata o bronce.

“Para nosotros es de mucha satisfacción porque refleja la calidad de nuestros profesionales”, dijo. Añadió que la meta es continuar con esta tendencia tanto a nivel de grado como de posgrado.

Por su parte, la vicerrectora académica y rectora por ley durante la última jornada, Belinda Flores de Mendoza, calificó de autorrealización el momento e instó a los recién graduados a seguir formándose y contribuir con sus conocimientos al desarrollo de Honduras, en un contexto donde cada vez se requiere de mayor especialización.

“Una persona que tiene formación y que está mejor educada, tiene más posibilidades de enfrentarse mejor a este mundo globalizado que les ha tocado a las nuevas generaciones”, expresó.

De igual manera mencionó que el pilar fundamental es la familia, razón por la cual muchos graduandos portaron el retrato de algún miembro de esta para sentirlo cerca tras su partida física.

“La familia es el motor que impulsa a estos jóvenes, que los anima, que los apoya no solo económicamente, sino que también es ese sostén emocional necesario para seguir adelante”, finalizó.