Exploran relación entre positivismo jurídico y derechos humanos desde dos perspectivas filosóficas diferentes

Cintillo152

Periodista Yuri Vargas, Presencia Universitaria

Según diferentes juristas, toda discusión acerca del concepto de derecho, por compleja y aparentemente novedosa que pueda ser, deviene, tarde o temprano, en una discusión acerca de la relación entre derecho y moral; se trata, en definitiva, de dilucidar si existe entre ambos algún tipo de conexión ineludible en algún sentido.

En esa línea de pensamiento y con el fin de ofrecer a la audiencia una explicación amplia en torno a las diferentes corrientes filosóficas, el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), desarrolló este lunes 26 de febrero el conversatorio denominado “El positivismo en la argumentación en derechos humanos”, con base en la teoría positivista del italiano Luigi Ferrajoli, y la no positivista, del alemán Robert Alexy.

El análisis argumentativo estuvo a cargo de los abogados Alfonsina Maier y Sebastián Chavarría, quienes bajo la moderación del director del IIJ, César Rivera, compartieron el espacio con el doctor en derecho, Guido Croxatto, y señalaron la importancia del respeto a las garantías constitucionales, destacando que el formalismo jurídico y el derecho escrito como norma deben prevalecer por encima de la creatividad de los jueces al momento de impartir justicia.

En ese sentido advirtieron, con base en su experiencia como juristas y académicos, que frente al activismo conservador del no positivismo, el positivismo puede representar un método de fortalecimiento de los sistemas jurídicos con un enfoque de respeto de los derechos humanos y una herramienta válida para determinar qué derechos pesan más que otros, sobre todo en el ámbito penal.

En palabras de Croxatto, “no hay teoría del Derecho capaz de abordar todas las problemáticas jurídicas”, lo que tiene una serie de ventajas en términos de pensamiento y especialización.

Para concluir, el experto de nacionalidad argentina recordó que la teoría del no positivismo amenaza la democracia y restringe garantías, y citó como el mayor de los ejemplos el nacismo en Alemania y Europa.