Estudio sobre calidad de sueño del adulto mayor apunta mayor crecimiento de problemas

Periodista Keylin Espinoza, Presencia Universitaria

Depresión, ansiedad y estrés son los principales problemas que provocan deterioro en la calidad del sueño en el adulto mayor, y quienes más se ven afectados son personas que padecen ciertas patologías neurodegenerativas como ser el Alzheimer, diferentes tipos de demencia y enfermedad de Parkinson, indica un estudio realizado por Rafael Menjívar Alas, estudiante de la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

La investigación se titula “La calidad del sueño en el adulto mayor. La medición con el instrumento ICSP en su versión castellana”, cuya temática resulta interesante dado que, para el caso en España, existe un fenómeno progresivo de envejecimiento de las personas; existen pocos estudios que investiguen dicho segmento en la población y en los últimos años han proliferado diversas patologías en pacientes del país europeo.

A criterio del pasante de la Maestría en Psicometría y Evaluación Educativa, las personas que padecen, para el caso, Alzheimer, no son conscientes de la importancia del sueño, esto como resultado de la confusión y la desorientación que sufren; por su parte, los pacientes de Parkinson sufren limitaciones de movimiento y esto deteriora la calidad de vida.

“Alguien que ha descansado bien, durante el día tendrá mejor rendimiento que alguien que ha dormido pocas horas. Además, hay expertos del tema que señalan que la pérdida del sueño daña los niveles de razonamiento, resolución de problemas y la atención de los detalles”, explicó el investigador.

Dormir es igual de necesario que ingerir alimentos para recuperar energía y así mantener una buena calidad de vida. Dormir ayuda a mantener el equilibrio energético, la función intelectual, el sistema de alerta y el buen humor, ayuda a pensar mejor y lograr buena concentración.

La escala utilizada fue creada en 1989 y hace énfasis en los trastornos del sueño, consta de 24 ítems que se agrupan en 7 componentes o factores de segundo orden, de los cuales 19 son respondidos por la persona a la que se le está aplicando la entrevista o su cuidador. La escala se creó con un tiempo límite de 5 a 10 minutos, pero en esta investigación se contempló más tiempo.

Rafael Menjívar es egresado de la Carrera de Pedagogía en UNAH Valle de Sula, estudió Enfermería en la Universidad de Cataluña, cuenta con una especialidad en Rehabilitación para Personas con Dependencia de la Universidad de Génova y actualmente es estudiante del programa de Maestría hondureño, antes mencionado.