Periodista Yuri Vargas, Presencia Universitaria

El estudiante de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Emerson Ortega, destacó entre sus compañeros de Seminario de Investigación al plantear la combinación de tecnologías para la modernización de un antiguo brazo mecánico.

Según indicaron a Presencia Universitaria algunos de sus mentores, el equipo actualizado por Ortega data de unos 40 años, sin embargo, el joven no solo logró poner en práctica los conocimientos adquiridos en las aulas para mejorarlo, sino que ofrece soluciones innovadoras a diferentes problemas.

El lienzo en blanco para la obra fue un brazo robótico perteneciente al Laboratorio de Control Industrial de la Facultad de Ingeniería en Ciudad Universitaria, cuyo cerebro fue modificado por el ingeniero infieri a partir de componentes electrónicos, sistemas neumáticos, sensores de movimiento, procesamiento de datos y visión artificial.

“Este proyecto se realizó con la finalidad de darle uso al equipo del Laboratorio de Control Industrial, que son los brazos robóticos industriales, y así poder implementar nuevas prácticas”, señaló el universitario.

El también integrante del Grupo de Investigación y Desarrollo en Electrónica y Telecomunicaciones (Indelectro), conformado por al menos seis catedráticos y otros estudiantes, detalló que el brazo robótico modificado consta de cinco grados de libertad e igual número de motores, así como dos controladores para su manejo manual y un sistema neumático que permite hacer el agarre.

También posee una tarjeta de desarrollo con un microcontrolador en el cual se desarrolla el procesamiento de los datos de los sensores de movimiento y permiten hacer la lectura de voltaje según sea la posición en el espacio tridimensional del referido equipo.

Por su facilidad y comodidad, el sofware utilizado para su programación gráfica fue el LabView, de National Instrument, lo que permitió ahorrar tiempo en el proceso. Adicionalmente para el procesamiento de los datos de la adquisición de imagen se le adaptó cerca del agarre una cámara USB para tener mayor precisión.

“La aplicación que se le dio a la visión artificial es la de implementar el reconocimiento de colores mediante la adquisición de las imágenes de la cámara. De acuerdo con el espectro visible que lee la imagen puede identificar los colores”, detalló.

De obsoleto a funcional

Daniel Flores, docente de la asignatura en la que Ortega desarrolló el proyecto, indicó que con el trabajo del joven este equipo de laboratorio prácticamente obsoleto volvió a la vida, pues tomó lo rescatable del brazo, es decir la estructura metálica, y lo adaptó a la tecnología digital actual, lo que resultó en una nueva plataforma de control con una interfaz tanto manual como automática.

“Más que crear es un proceso de transformación donde no solo se le amplía la vida útil a un equipo industrial, sino que se le adapta tecnología actual y permite una gran cantidad de aplicaciones, entre ellas la identificación y desplazamiento de paquetes por colores, pero también puede identificar formas, temperatura y humedad”, dijo.

Añadió que dependiendo del apoyo institucional, el uso y modificación de este tipo de máquinas podría en el corto y mediano plazo implementarse en la currícula de asignaturas como Electrónica industrial, Diseño digital, Diseño electrónico, Procesamiento digital de la señal, Conceptos de máquinas I y II y Motores DC, entre otras.

Al respecto el ingeniero Carlos López, jefe del Laboratorio de Control Industrial y apoyo en este trabajo final de grado cuya ejecución inicialmente fue costeada por su principal artífice, pero después, por su potencial y producto de la gestión de algunos profesores e investigadores logró el apoyo financiero de las autoridades de la Facultad de Ingeniería; destacó la necesidad de implementar la actualización del equipo de prácticas como política institucional.

“Incito a los estudiantes a participar en investigaciones y proyectos que puedan servir para mejorar la educación superior y poder aplicar los conocimientos conceptuales que muchas veces se logran entender hasta que los ponemos en práctica”, concluyó el joven en práctica profesional.

Los resultados del proyecto serán propuestos para su presentación durante el Congreso Scopus 2024 o en su defecto en la Convención de Estudiantes de Centroamérica y Panamá (Conescapán).