Emprendimientos con “visión”

 

 

Dr. Carlos Coca Singh. Autor/ Docente e Investigador Científico UNAH

 

Sin duda alguna que al descomponer las formas en que se debe tratar al tema de emprender en la sociedad actual del siglo XXI, hemos documentado que además de comprender claramente el concepto y sus implicaciones prácticas no solo para los negocios, sino que para la vida de las personas, es necesario que desde el interior de la persona misma se tenga la actitud para abordar los problemas y tomar decisiones en búsqueda de solución tal como lo presentó el Master Rafael Núñez en su artículo anterior en este espacio de opinión.

En el libro “De la Mente a la Acción”, los autores presentamos la necesidad imperiosa en la actualidad de que los emprendimientos especialmente en los negocios tengan una “visión a largo plazo”, es decir que, desde un inicio en el proceso de construcción del proyecto emprendedor y su plan de negocios, contemple la visión o propósito para el que se está creando.

Según datos de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), en Honduras entre los años 2017 al 2022, el índice de mortalidad de microempresas fue entre el 60 al 70%, es decir que de cada 10 negocios que iniciaron solo 3 o máximo 4 pasaron al segundo año de funcionamiento.

Como dice un famoso youtuber ¡Vaya dato tan perturbador! La realidad es que es impactante y además la cifra es alarmante y negativa, en la que podemos observar otros asuntos importantes tales como que si hay cierre de negocios quiere decir que la inversión que se hizo al iniciar ese emprendimiento quedo en la nada, y luego el ánimo del valiente sufre un golpe duro en la moral de los emprendedores que han tenido ese tropiezo.

 

Cuando la actitud es la correcta, estos problemas que se presentan en el entorno entonces del problema salen oportunidades de mejorar y a las personas que tienen un espíritu emprendedor para la vida mas bien resulta que salen con mas fuerza y cabeza fría para tomar decisiones en función de lo que tienen que mejorar para no volver a fracasar.

Allí es donde surge la necesidad de que antes de iniciar la aventura empresarial o antes de ponerle dinero al emprendimiento, es necesario que se fijen objetivos y metas alineados a una visión a largo plazo, que indiscutiblemente deberá de ir en consonancia con lo que el emprendedor espera en el porvenir de su vida tanto personal y empresarial.

 

El establecimiento de la visión a largo plazo es parte de los manifiestos del emprendedor, por lo tanto, integra la planificación estratégica empresarial para sus actividades. Esta es una panorámica que va más allá de las prácticas convencionales de planificación.

En la actualidad, la adopción de innovaciones tecnológicas es esencial para el éxito a largo plazo de los emprendimientos, donde, desde la concepción se traza la ruta para explorar la implementación de tecnologías avanzadas en las diferentes esferas del negocio, especialmente mediante la automatización de procesos, mercadotecnia y la venta por medio de plataformas digitales o Marketplace.

Este enfoque visionario del emprendedor le permitirá desde sus inicios tener la claridad hacia dónde va y sobre todo integrar todas las áreas de su vida en función de cumplir con esta visión a largo plazo. Incorporando metodologías en tendencia, propiciando una gestión integral para afrontar los desafíos empresariales con visión y eficacia.

Para avanzar en este asunto es necesario hacerse las preguntas: ¿Cómo se ve de aquí a 5,10 o 15 años?, ¿Qué quiero para mi futuro?, ¿Cuál es el legado que quiero dejarle a mis hijos o descendientes?

Afrontar los desafíos en la sociedad moderna, es todo un reto para los emprendedores. Pero con ánimo, la actitud correcta y una visión a largo plazo se podrá ver un panorama con grandes posibilidades de éxito.

“Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela”. 

Salud y éxitos en la vida.