Por: Jesús de las Heras, Dirección de Cultura, UNAH

Constituye una fecha especial dentro de las efemérides hondureñas, que pasa desapercibida para la mayoría de personas nuestra sociedad; se trata del natalicio de José Dionisio de la Trinidad de Herrera y Díaz del Valle. Este ilustre hondureño nació en la entonces Villa de Jerez de Choluteca el 9 de octubre de 1781, hace exactamente 242 años. Dionisio de Herrera contrajo matrimonio con María Micaela Quesada Borjas (quien fuera tía de Francisco Morazán Quesada).

Se destacó como escritor y estadista; su formación como abogado en la Universidad de San Carlos de Guatemala le permitió incursionar en la escena y vida política centroamericana. Concluidos sus estudios, en 1820 fue nombrado secretario del Ayuntamiento de Tegucigalpa por el último alcalde mayor, Narciso Mallol.

De esta manera, queda subrayada la importancia de Herrera al momento de producirse el arribo de la sociedad republicana (poscolonial) centroamericana, cuando en representación de la ciudad de Tegucigalpa recibió los pliegos de Independencia a su llegada el 28 de septiembre de 1821. Herrera redactó el acta “Viva la Independencia” en nombre de la ciudad que para finales del siglo XIX habría de convertirse en capital de Honduras.

El Acta de Independencia de Tegucigalpa, redactada y firmada por Dionisio de Herrera el 28 de septiembre de 1821, consta de dos páginas (resguardada en BCH, Honduras).

Una mayor contribución de Herrera radica en haber sido artífice de la Constitución Federal Centroamericana que entró en vigor en el año de 1824; la misma fue redactada casi en su totalidad junto a su primo José Cecilio del Valle (Año Académico universitario 2016), con quien compartió posturas ideológicas desde el tiempo en que estudiaron abogacía y vivieron juntos en Guatemala.

En 1824, fue electo Primer Jefe del Estado de Honduras por la Asamblea Constituyente reunida en la ciudad de Cedros (Francisco Morazán), quedando establecida formalmente la República Federal Centroamérica el 22 de noviembre de 1824.

Sede de la Asamblea Constituyente reunida en 1824 (ciudad de Cedros). Fotografía y diseño por Jesús De Las Heras.

Entre las obras sobresalientes como primer jefe de Estado de Honduras, creó la primera división política de Honduras, escudo de armas y estableció en 1826 las “tertulias patrióticas” con la finalidad de analizar y educar en temas asociados a la Constitución, libertad y nacionalismo.

En atención a sus méritos y esfuerzos en favor de la sociedad hondureña y centroamericana, Herrera debe ser estudiado por nuestra sociedad, figurando por su actuación pensante (y no como personaje de armas) como uno de los personajes más significativos de nuestra historia nacional y regional centroamericana.

En el marco del Año Académico 2023: Jorge Haddad Quiñónez, se vuelve presente la alta significación de personajes que como Dionisio de Herrera han realizado notables contribuciones en los ejes de ética, identidad, cultura y ciudadanía (que se encuentran enmarcados en el Programa Prioritario Lo Esencial de la Reforma); estos valores presentes en la obra de Herrera permiten definirlo como un personaje esencial de la historia hondureña que ha contribuido a la construcción de la historia republicana.

Dionisio de Herrera tiene suficientes méritos como candidato a figurar entre los Años Académicos universitarios de la UNAH.