Lee está convencido de que en el futuro sobrevivirán los trabajos que requieran de tres habilidades humanas: “curiosidad, pensamiento crítico y creatividad”. En ese sentido, el experto reclama en las aulas una educación más individualizada y con el acento en las relaciones personales. “La inteligencia artificial podría eliminar las tareas más tediosas y liberar hasta un 40% del trabajo rutinario de los profesores”, afirma.