5 de mayo, 2019. Estudiantes de la asignatura de Historia de Honduras de la sección 1500 y 1700, realizaron feria gastronómica titulada "El sabor de mi tierra"; actividad coordinada por el Lic. Christian Talavera, cuyo objetivo principal era demostrar nuestro patrimonio intangible a través de la diversidad gastronómica que cuenta nuestro país y de esa forma fortalecer nuestra identidad nacional.

La representación gastronómica contó con diversas champas las cuales ilustraban los 18 departamentos de nuestro país, Honduras. En cada una de ellas se presentaron la explicación, elaboración y degustación de los diferentes platos, bebidas y aperitivos típicos nacionales, así como la historia de cada uno de los departamentos.

El área verde del CURLP fue el escenario para la instalación de las diferentes champas representativas, como ser: “Rinconcito caribeño, Mosancho; Cuevas de Talgua, Yampare Oox Tuul, Sabor Catracho, Corazón de Honduras, CHOVAPA, Conociendo lo nuestro y el Rinconcito Catracho Morgan Cay”.

Dentro de los platos típicos representados fueron: carne asada, pescado frito, plátano frito, sopa de maíz, ticucos, tamalitos de elote, elotes asados, atol, nacatamales de pollo y cerdo, sopa de gallina india, sopa de mondongo, yuca frita con chicharrón, cuajada horneada, pinchos de carne con piña, frijoles fritos con azúcar, baleadas, pupusas, montucas, canoas, chancletas de pataste, chiles rellenos, chandinga,  ceviche, camarón empanizado, sopa de mariscos; las bebidas típicas como ser: El Wabul (plátano cocido con leche de coco y azúcar), horchata, chilate, pozol, mistela, rompopo, fresco de nance, fresco de piña, fresco de naranja, guiffity, cervezas nacionales, la tradicional chicha de maíz y la bebida oficial de Honduras como es el café; y no podían faltar los deliciosos aperitivos como ser: rosquillas, jalea de piña, hojaldras,  arroz con leche, encocadas, ayote en miel, ensalada de frutas, hojuelas y el plátano en gloria.

Madelyn Maradiaga, coordinadora del “Rinconcito catracho Morgan Cay” comentó: “La feria gastronómica realizada, fue un evento capaz de reunir a los estudiantes y docentes para convivir en un momento agradable y divertido a la vez que nos muestra un poco de nuestra cultura. Desde la perspectiva como estudiante, y como miembro de uno de los grupos de trabajo, está demás decir, el gran aprendizaje que este tipo de actividades nos dejan en nuestras vidas; cualidades como el aprender a trabajar en equipo y el apoyarse mutuamente entre los demás, a la vez que aprendes sobre la cultura tan rica de nuestro país, como ser las distintas creencias, costumbres, y gastronomía que nos hace desarrollar ese sentido de pertenencia y nos recuerda nuestros orígenes, quiénes somos y de dónde venimos",

Quien muy emotivamente concluyó con un mensaje retador: “Una experiencia que aporta significativamente al desarrollo cultural, lo que aporta a nuestro crecimiento como estudiantes. Sin más que agregar, solamente sugerir la continuación de actividades similares que bien podrían ser una tradición dentro de las paredes de esta institución, y continuar aportando al desarrollo de los miembros de la institución como tal”.

Por otra parte, Gabriela Castillo, coordinadora del grupo “CHOVUPA” expresó; “Esta feria fue una oportunidad de poner a prueba nuestra capacidad para trabajar en grupo y lograr un excelente trabajo, cada grupo se lució, dió el todo por el todo, dejó de un lado cualquier actitud negativa y sacó a demostrar lo que es el trabajo bajo presión, más allá de cualquier cosa la influencia que tenemos como hondureños deja mucho que desear pero indiscutiblemente conocer nuestro patrimonio y con lo que contamos es en gran manera nuestra mayor riqueza, es lo que nos queda".

Honduras, pueblo catracho que tiene diversidad gastronómica en cada uno de nuestros platillos quienes han sido influenciados por elementos indígenas precolombinos, españoles, criollos y, en alguna medida, africanos, como es típico en toda la costa caribeña, la mayoría de las comidas de los departamentos de nuestro país están fuertemente influenciados por el maíz al ser la base alimenticia de los pueblos prehispánicos de Mesoamérica que habitaron la región y por ser un cultivo autóctono de la región. 

Es por ello, que los estudiantes lograron demostrar “que la zona hondureña es las más rica y bella en cualquier aspecto y fue casi imposible dar a conocer que platillo era el mejor, porque fue evidente que todos fueron capaces de demostrar nuestra cultura.” expresó Castillo.

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