Mildred Gallo: poesía de la luz y la materia

La luz trasciende, habita el lienzo, lo puebla de sublimidad, cada tono es un acorde que alude a la memoria, pintura que se escapa del ojo para viajar a la totalidad del ser: entre la luz y la materia se revela todo lo vivido, todo lo sentido. Las virtudes técnicas de la artista están allí, su trazo evidencia disciplina y conocimiento, pero más allá de las cualidades técnicas de estos trabajos, me seduce su visión y su pasión; es desde esta perspectiva que pienso la pintura de Mildred Gallo.

Cápsulas de luz que palpitan en círculos, gracias al formato circular la materia pictórica se redefine así misma, se concentra, la síntesis surge como metáfora de lo esencial; luz y materia definen un todo único y variado en permanente rehacerse: ciclo de la vida y de la muerte.

El gesto pictórico comienza en una operación arqueológica de la artista, ella va recogiendo, explorando y guardando el material que asociará luego al óleo; sus collages son elaborados con objetos o cosas que han pertenecido a personas que de una manera u otra han marcado su existencia con signos de dolor o alegría; sus collages son memoria de lo humano, no es una simple acción aditiva; cada detalle que es seleccionado para adherirlo a la pintura, lleva la huella de una experiencia humana profunda, es la materia abrazando a la luz, es la luz dibujando la materia: juego de transparencias que dejan ver tormentos o encantos, encuentros o desencuentros, ausencias o presencias, en fin, dualidades que desgarran o curan la herida.

Esa operación arqueológica no solo desemboca en el alma. Mildred Gallo extiende su tejido visual a la ciudad donde va. La ciudad es un cuerpo que se agita en su pintura, la ciudad toma forma en el color, se hace luz; calles, rincones, paredes y cielos son traducidos en colores que en cada tono desnudan con su luz la percepción simbólica de la artista.

Mildred Gallo ha despoblado el lienzo de representaciones cargadas, la realidad es despojada de alusiones obvias, la única realidad palpable es la luz y no podía ser de otra manera: para ella la luz es la poesía de lo que ve y lo que siente; su estética no reside en el ojo, reside en captar lo más esencial del ser humano y su entorno, de esta manera, solo la luz, solo el color puede penetrar la realidad total de lo existente, alejándose de la realidad primaria y elemental de las cosas.

Los elementos adheridos a la pintura son vestigios de una emoción, son la metáfora de una lágrima, son memoria de una pasión, son signos que van por la pintura contando su propia historia y por esa vía escapan de su materialidad inmediata y se convierten en fragmentos que hablan de la memoria de un cuerpo, es decir, de la historia de una vida. El color con sus laminillas de oro o plata van al encuentro de ese canto que viene de las cosas; la obra de Mildred Gallo es un testimonio de que lo vivido deja sus huellas en la piel de la memoria.

 

Por: Carlos Lanza

Mildred 2

 

Mildred